Jersey Shore

No debe de quedarnos duda de que la mejores ideas siempre nacerán de los momentos de ocio y el ensayo que analizaremos hoy es la prueba fehaciente de ello pues el argumento de "lo peor es mejor" nació justamente en una charla casual. Este argumento le sirvió al autor para dar algunas charlas y que grandes empresas relacionaran este concepto con su nombre durante muchos años e incluso al tiempo después publicó otro ensayo atacando este argumento bajo un pseudónimo, pero bueno, esto únicamente es historia, si nos queremos enterar de por qué lo peor es mejor tendrás que seguir leyendo.

Listas y más listas 



Lo primero es lo primero, ¿qué demonios es LISP? Bueno, según mi experiencia en el campo de la computación la entrada correspondiente en Wikipedia, LISP se trata de un conjunto de lenguajes de programación que se decantaban por hacer las operaciones aritméticas de manera rarita y que, aunque sea difícil de creer, aún tiene un uso súper extendido a lo largo del planeta. Su nombre viene de la pésima imaginación de los creadores (LISt Processor) y debido también a que su código fuente está compuesto en su mayor parte de listas y hasta aquí todo bien, es un lenguaje de programación antiguo y que sigue siendo importante, ¿entonces cuál es el problema? Bueno, el punto de todo el ensayo es que a pesar de ser una opción bastante buena, LISP poco a poco fue desplazado y cayó en desuso.

¿Cómo algo que a todas luces es bueno es mandado a la congeladora? Bueno, es aquí donde las cosas se comienzan a poner interesantes.

Fake news

 Sí, esto no es nada nuevo. Incluso antes de que toda nuestra clase naciera las fake news ya hacían de las suyas y a LISP le jugaron una muy mala pasada, pues justamente y a pesar de que estaba tomando un lugar importante en el desarrollo de IA durante esos años su popularidad decayó a niveles insospechados. No hubo un sólo culpable en esta debacle sino que fue una combinación entre un artículo con un título demasiado sensacionalista ay, pero si los medios ni hacen eso, una negativa de las empresas a compartir información y el ascenso de nuevos lenguajes de programación lo que ayudaron a cavar la tumba de LISP. 

El autor describe con tintes casi nostálgicos como este lenguaje tenía todo: tenía un buen desempeño, era fácil integrarlo, su entorno era excelente e incluso tenía todo el poder del paradigma Orientado a Objetos y lo que es más, un lenguaje ya comenzaba a ser referente: Common LISP. Sin embargo, este grande terminó por caer y es aquí en dónde las reflexiones se hacen presentes y el argumento que más nos interesa comienza a tomar forma.

MIT vs. New Jersey


Para explicar el argumento de lo peor es mejor, el autor da un excelente ejemplo en el ensayo que no pondré aquí porque literalmente sólo lo estaría traduciendo y pues... Meh, tu puedes leerlo en un click. El punto es que aquí hubo una batalla tan épica que ni Batman vs. Superman, qué va, ni Gokú vs. Jiren pudieron superar pues es aquí donde el autor llama al lenguaje C un virus, lo peor de lo peor, que los únicos que los usan son el eslabón más débil de la cadena alimenticia, la escoria del planeta... Bueno, quizá me fui muy arriba. Ahora si va la explicación buena.  

¿Cuando lo peor es mejor? Cuando lo simple toma el lugar de lo correcto. Para extender esta idea tomaré el ejemplo de lo que pasó hace algunos años cuando hubo una caída de un servicio de mensajería a nivel global de manera intermitente durante unas semanas. Todos conocemos WhatsApp, lo ames o lo odies WhatsApp es el rey de la mensajería instantánea indiscutiblemente pero ojo, no significa que sea el mejor. Cuando comenzó a presentar fallas en su funcionamiento muchas personas pensaron que era el final de esta aplicación y decidieron buscar alternativas y aquí encontraron a Telegram una aplicación que siempre estuvo ahí y que sorpresivamente lo tenía todo, mientras más personas lo usaban más se corría el rumor que WhatsApp era basura pura y dura pero en cuanto los servidores comenzaron a ser estables la gente comenzó a desinstalar Telegram. 



¿Por qué? ¿No era Telegram una aplicación que tenía todo aquello que WhatsApp no tendría hasta años después? Pues sí, pero lo peor es mejor. Resulta que WhatsApp durante sus primeras versiones únicamente podías compartir un estado estático y nada más. La falta de características no evitó que se esparciera como un virus y su popularidad creciera más y más, la gente comenzó a aceptarlo ya que incluso soportaba hasta los celulares que tenían Symbian y eso ya es mucho decir, realmente funcionaba con muy pocos recursos. Una vez que la gente comenzó a usarlo las características comenzaron a llegar: notificaciones push, mensajes instantáneos, enviar multimedia... Todo esto llegó, pero llegó de manera lenta a pesar de la gran presión de los usuarios que querían hacer más cosas con esta aplicación y aquí estamos hoy. Una aplicación que ya cifra los mensajes, que cuenta con llamadas VoIP e incluso aceptar videollamadas grupales.

¿Qué es lo que pasa con Telegram? Bueno, Telegram es terriblemente mejor que WhatsApp. Muchísimo antes de que llegaran características como el cifrado, los stickers, notas de voz y demás miscelánea a WhatsApp, Telegram ya las tenía y buscaba implementar más y más cosas novedosas, ¿entonces por qué WhatsApp tiene 900+ millones de usuarios y Telegram únicamente 62+? Porque lo peor es mejor. 

Lo correcto tarda tiempo, mucho tiempo. Planeación, estrategia, diseño e implementación son tareas que realmente son largas y aunque al final dan un producto lo más perfecto posible, esto puede no valer nada si se llega incluso unos minutos tarde. El ejemplo anterior es una imagen perfecta como algo a pesar de no ser ni de cerca lo mejor termina triunfando y se convierte en el estándar de la industria, en este caso, de la comunicación. WhatsApp pudo haberse quedado estancado durante años pero hoy en día está a la altura de una aplicación de mensajería decente y todo eso por haber llegado justo a tiempo para abarcar todo el mercado.

No nos equivoquemos, habrá veces en que tendremos necesariamente que implementar lo mejor pero esto dependerá explícitamente de nuestra situación. Nunca está demás conocer diferentes enfoques y lo peor resulta ser mejor en muchísimas situaciones así que la próxima vez que te sientes tentado a planear todo de manera meticulosa y veas que te tomará muchísimo tiempo llegar a un producto final pregúntate si lo que necesitas no es irrumpir de manera estrepitosa pateando la puerta y presentar un prototipo que se pueda mejorar con el tiempo.

Esta entrada se basó en el ensayo Lisp: Good News, Bad News, How to Win Big de Richard P. Gabriel.






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